Hoy no hablamos de diseño. Lo que nos ocupa en esta ocasión es indagar en los supermateriales que la industria textil ofrece a los talleres. ¿Sabías que uno de los "terrenos de pruebas" que suelen preferir los equipos de I+D+i de los fabricantes textiles es el mar? El océano es un excelente lugar para testear el desarrollo e innovación de nuevos productos textiles, en situaciones extremas tanto por la humedad como por las diferencias térmicas que puede sufrir una persona en dicho medio. A la par, deben conjugar -irremediablemente- una comodidad fuera de toda duda, que aporten calor cuando el cuerpo humano así lo precise, que sea capaz de transpirar y evite la acumulación de sudor.
Algunos fabricantes las tildan incluso de "telas milagro" debido a que éstas permiten a sus usuarios -y cada vez con mayor frecuencia- funcionalidades "extras" Éstas, más allá de mantener el calor corporal y proteger el cuerpo, ofrecen características adicionales sumamente interesantes, donde los departamentos de investigación y desarrollo de los fabricantes de tejidos han innovado para que el usuario -además de caliente- le mantenga seco (incluso del propio sudor); otros tejidos han sido desarrollados para proteger a quien los vista de los temidos rayos UV; otros permiten eliminar las bacterias que puedan acumularse entre el tejido y la piel.
La innovación en la industria textil corre a una velocidad vertiginosa y emplea, como ya hemos mencionado anteriormente, los escenarios más extremos para probar sus nuevos desarrollos, como lo es el océano; no en vano en multitud de regatas los participantes prueban en directo el resultado de dichos tejidos. Hace apenas unos pocos años el término "impermeable" se acotaba a unos tejidos que evitaban (y hasta cierto punto) que el agua traspasara la membrana y pudiera mojar a la persona. Los últimos avances en I+D apuntan a que los tejidos impermeables podrán "escalar" en función de la columna de agua a la que se vea sometida. Del mismo modo, varios fabricantes están ya trabajando en diseñar tejidos que permitan regular la protección térmica del usuario en función de la temperatura exterior. Se consiguen así tejidos que conformarán prendas 100% personalizadas por sus características.
En definitiva, podríamos establecer una división entre materiales conocidos como "técnicos" , y que proporcionaban una serie de usos "adicionales" a quienes los vestían: pantalones para ir al desierto o bien para zonas con una elevada humedad, muy resistentes para poder caminar por terrenos complicados, etc. Y de estos tejidos técnicos, la industria ha evolucionado hacia esos tejidos "inteligentes" que -de manera de momento tímida- las fabricas empiezan a implementar en sus colecciones. ¿Qué permiten o permitirán en un futuro próximo los tejidos inteligentes, y sobre todo para el cliente de COLEX, en uniformidad escolar? Haciendo un ejercicio de futuribles, presumiblemente los tejidos del futuro, y gracias a las investigaciones derivadas de los avances en nanotecnología, podrán detectar y reaccionar a diversas condiciones medioambientales (y variaciones), a estímulos mecánicos, térmicos, químicos, e incluso magnéticos.
En COLEX, como especialistas en la fabricación de uniformes escolares, trabajamos constantemente para que nuestros clientes cuenten siempre -y en todo momento- con la ventaja competitiva de disfrutar de los últimos avances tecnológicos en los tejidos de última generación, y que permiten a los alumnos disfrutar de una comodidad nunca antes vista.
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