UNIFORMIDAD OBLIGATORIA...PARA LOS TAXISTAS

Comúnmente asociamos la palabra “uniformidad” con colegios. Ciertamente son éstos uno de los colectivos donde mayor arraigo tiene la tendencia a vestir de manera homogénea. Ya vimos anteriormente cuáles fueron los motivos por los que se implantó la uniformidad escolar en Europa hace aproximadamente dos siglos. Una rápida ojeada nos ofrece una visión de conjunto dónde, y en otros sectores, la uniformidad también se ha empleados: desde los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado (todos asociamos el color verde con los militares del Ejército de Tierra o la Guardia Civil y el azul con el Cuerpo del Aire, por ejemplo) hasta otros sectores como el sanitario, y donde los médicos, cuyas batas azules  y verdes no son casuales (ya lo explicaremos en este blog más adelante). Así las cosas, ahora aparece en liza otro sector que –muy probablemente- recupere el testigo de la uniformidad: el gremio de los taxistas.

Con la irrupción de las plataformas tecnológicas de transporte privado mediante app –Uber o Cabify- los taxistas en todo el mundo ven peligrar repentinamente su continuidad. Si los nuevos actores ofrecen ventajas como el pago previo vía tarjeta de crédito en la aplicación o saber de antemano el coste del trayecto, otras diferencias se vuelven también notables: coches más lujosos (el plus es utilizar coches eléctricos de lujo tipo Tesla) o conductores debidamente uniformados con ropas neutras que indiquen elegancia y distinción conforman los grandes rasgos característicos.

De este modo los taxistas empezaron hace poco tiempo a “actualizarse”. Los pagos de manera telemática, solicitud de coches a través de Apps junto con una flota cada vez más nueva forman parte de la estrategia para seguir siendo el modo de transporte preferido por los ciudadanos; y una de las características clave en este taxista del siglo XXI es recuperar la imagen del conductor, debidamente uniformado.

Y hablamos de “recuperar” puesto que en España, hace aproximadamente medio siglo, los taxistas ya iban uniformados. Por supuesto, la uniformidad aporta diversa información respecto a quien la viste: pertenencia a un grupo; y es –además- una importante tarjeta de visita respecto a los clientes. En un futuro muy próximo los usuarios podremos validar cómo ha sido la experiencia con un taxista concreto, saber si nos ha atendido debidamente, pudiendo categorizar –entre otras cosas- su vestimenta, estado del vehículo, etc. No en vano ya se hace con otros profesionales y en otros sectores productivos; sólo es cuestión de tiempo…

“Del mismo modo que los conductores de transporte público de las grandes ciudades visten uniformados, la vestimenta del taxista podrá ser muy similar a la de cualquier ejecutivo, con un traje cómodo mezclando elementos que aporten distinción sin obviar el entorno (la calle) donde desarrolla su profesión. Nuestra particular propuesta para estos profesionales podría ser un conjunto formado por pantalón tipo Chinos con jersey de pico, camisa lisa y corbata y una americana”, señala Xavi Colmenero, director gerente de COLEX, el cual esboza cómo podría ser el uniforme ideal para los conductores.
“Se trata de mezclar comodidad sin renunciar a la elegancia que aportan tejidos muy interesantes perfectamente aptos para estos usuarios”, matiza Colmenero.

Desde COLEX aplaudimos esta decisión que, sin duda alguna, mejorará notablemente la percepción de los clientes cada vez que se suban a un taxi.

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